martes, 20 de diciembre de 2011

La «partícula de Dios», acorralada

El elusivo bosón de Higgs, la partícula responsable de la masa de todas las demás partículas del Universo y uno de los mayores interrogantes de la Física moderna, se está quedando sin lugares donde esconderse. Científicos del gran acelerador de hadrones (LHC) han estrechado el cerco a la conocida como «partícula de Dios». Según han explicado en la conferencia Lepton-Photon, celebrada en Mumbai (India), los físicos han eliminado el rango medio del lugar donde puede aparecer el bosón, si es que finalmente existe, y se dedicarán a buscarlo en los rangos de más alta y más baja energía. Se reduce la zona de búsqueda, sí, pero ahora será mucho más difícil detectar nuevas partículas. A pesar de los inconvenientes, los investigadores siguen estimando que a finales del próximo año podrán encontrar su anhelado tesoro de la Física o, por el contrario, anunciar que no existe.
Probar o refutar la existencia del bosón de Higgs es uno de los objetivos principales del programa científico del LHC. Dos de sus experimentos, Atlas y CMS, han excluido la existencia del bosón de Higgs en la mayor parte de la franja de energía de 145 a 466 GeV, con un 95% de certeza en sus resultados. Por este motivo, el bosón se buscará en las franjas de energía extremas, la más alta y la más baja. «Estos son tiempos emocionantes para la Física de partículas», ha dicho el director de investigación del CERN -el organismo que gestiona el gran acelerador-, Sergio Betolucci. «Los descubrimientos están casi asegurados en los próximos doce meses. Si el bosón de Higgs existe, los experimentos del LHC lo encontrarán pronto. Si no lo hacen, su ausencia señalará el camino hacia una nueva física», ha añadido.
El Modelo Estándar de la física de partículas señala que el bosón de Higgs es el responsable de que las partículas fundamentales puedan adquirir sus masas. De acuerdo con el mecanismo, el espacio se llena con un llamado campo de Higgs con el cual interactúan las partículas. Aquellas que lo hacen de una forma más fuerte tienen más masa que las que lo hacen de forma más débil, «de la misma forma que un aerodinámico coche de carreras corta el aire con más facilidad que un autobús», explican desde el CERN.

Una señal del bosón

En la primera gran conferencia de física de partículas de 2011, celebrada en julio en Grenoble (Francia), los responsables de los detectores Atlas y CMS insistieron en que una posible señal del bosón de Higgs en sus datos podría ser explicada simplemente por fluctuaciones estadísticas. Ahora, con más datos analizados, los científicos reconocen que la importancia de esas fluctuaciones ha disminuido ligeramente.
«Gracias a la soberbia actuación del LHC hemos registrado una gran cantidad de nuevos datos en el último mes», ha dicho la portavoz de Atlas, Fabiola Gianotti. Los científicos creen que podrán prácticamente duplicar el número de datos conseguidos a finales de año.
Las investigaciones del LHC, un anillo gigantesco que se extiende bajo tierra cerca de Ginebra (Suiza), suscitan un gran interés más allá del campo científico. El descubrimiento del bosón de Higgs significaría, sin duda, un acontecimiento en todo el mundo.

Fuente:
http://www.abc.es/20110822/ciencia/abci-particula-dios-acorralada-201108221047.html

Sheldon Glashow, Premio Nobel de Física «Tanto si el bosón de Higgs aparece como si no, la Física no volverá a ser la misma»

Se trata, sin duda, de uno de los grandes nombres de la Ciencia contemporánea y uno de los científicos que más y mejor conoce el universo subatómico de las partículas, los constituyentes íntimos de la materia de la que todo, y todos, estamos hechos. Junto a Abdus Salam y Steven Weinberg, recibió el Nobel de Física en 1979 por descubrir los bosones W y Z, las partículas que permitieron unificar el electromagnetismo con la fuerza nuclear débil en una única y nueva fuerza «electrodébil». A sus 79 años, Sheldon Lee Glashow mantiene su cuerpo ágil y su mente despierta. Invitado por la Fundación BBVA, visita estos días España para dictar una serie de conferencias.
—¿Cree usted que la detección del bosón de Higgs es ya algo seguro o podría haber sorpresas?
—No, no es seguro en absoluto, y claro que podría haber sorpresas. De hecho, los datos recabados hasta el momento dejan las apuestas muy igualadas. Hoy por hoy tenemos un 50% de posibilidades de que exista y otro 50% de que no...
—Si finalmente el Higgs aparece, ¿cómo cree que cambiará a la Física? ¿Y cómo afectará su descubrimiento a la vida de las personas?
—Tanto si aparece como si no, la Física ya no volverá a ser la misma. Porque en ambos casos se abren caminos nuevos y que no sabemos muy bien hasta dónde pueden llevarnos. La diferencia entre que el Higgs exista o no es que, en el primero de los casos, ya tenemos una parte del camino recorrida, que es nuestra actual comprensión de la realidad tal y como predice el Modelo Estándar. En el segundo caso, si el Higgs no existe, habrá que revisarlo todo desde el principio. Y en cuanto a cómo afectará a la vida de las personas... Bueno, es muy difícil decirlo, porque cada vez que la Ciencia emprende un camino nuevo se tropieza con aplicaciones prácticas que nadie esperaba. Fíjese, por ejemplo, en el desarrollo de internet, que surgió en el CERN, o en los escáneres médicos, o en las microondas... No sabemos con lo que nos podemos encontrar en el futuro. Yo, desde luego, no me atrevo a hacer predicciones en este sentido. Podría suceder cualquier cosa...
—¿Se parece esta situación a la que se dio hace décadas, cuando se descubrieron los bosones W y Z?
—Quizá se parece un poco en cuanto a la expectación, aunque ahora es mucho mayor que en los años 60 y 70. Entonces, se produjo una auténtica avalancha de descubrimientos de partículas. Los físicos hablábamos de la gran unificación de las fuerzas de la naturaleza, del hallazgo de nuevos tipos de quarks, los componentes de los componentes de la materia... Hoy las fronteras del misterio se han ensanchado mucho. Y aunque algunos interrogantes siguen siendo los mismos (ahí está, por ejemplo, la cuestión de la rotura de la simetría original del Universo), se han añadido otros nuevos, como la búsqueda de la materia y la energía oscuras.
—¿Es usted de los que piensan que lo mejor para la Ciencia sería no encontrar el Bosón de Higgs?
—No sabría muy bien qué responder a eso... Es cierto que muchos piensan que lo mejor sería no encontrarlo, porque eso nos obligaría a empezar de nuevo, a elaborar teorías más atrevidas y a explorar nuevas posibilidades. Un desafío sin duda muy interesante... Pero también es cierto que incluso si al final, como parece que será, se encuentra, estaremos ante un nuevo territorio de la Física que está aún por explorar... Yo no creo que sea mejor no encontrar el Higgs que encontrarlo. En ambos casos se presenta un futuro apasionante.
—Varias de las fuerzas de la Naturaleza ya están unificadas en una única teoría. Maxwell unificó la electricidad y el magnetismo, y usted contribuyó a unificar el electromagnetismo con la fuerza nuclear débil. ¿Abriría las puertas el Higgs a una posible unificación de la gravedad, la única que falta, con las demás fuerzas?
—En principio no, pero quién sabe. Si algo hemos aprendido los físicos es que en la Naturaleza está todo conectado y esas conexiones a menudo son inesperadas y nos dejan con la boca abierta. Cuando te dispones a cruzar un umbral hacia lo desconocido, resulta muy difícil predecir lo que puedes encontrar al otro lado.
—Usted ha dicho que los neutrinos medidos en Gran Sasso no viajaron más deprisa que la luz porque de ser así no se habría podido realizar el experimento... ¿Puede explicar eso?
—Como le he dicho antes, si hay algo en lo que he aprendido a creer es en que todo es posible. Dicho esto, no pienso que los neutrinos hayan viajado más deprisa que la luz entre los laboratorios del CERN y Gran Sasso. Y no lo pienso porque todo lo que sabemos nos indica que si algo superara la velocidad de la luz empezarían a pasar cosas muy extrañas. Cosas que no suceden precisamente porque no hay nada que viaje más deprisa que la luz. Además, se han hecho mediciones muy precisas con neutrinos de altas energías procedentes de supernovas, y aunque se acercaban mucho, nunca han superado la velocidad de la luz.
—¿Piensa entonces que hubo algún error en los experimentos del CERN y Gran Sasso?
—Sí, creo que debe de haber algún error, algo tan sutil que hasta ahora ha escapado a todos los análisis. Ahora lo que toca es esperar a que otros laboratorios repitan el experimento y ver si los resultados se repiten. Para eso tendremos que tener un poco de paciencia, quizá durante algunos meses, pero me aventuro a decir que el error que ahora no vemos se hará evidente y todo volverá a su sitio.
—¿Y si al final los datos fueran correctos y los neutrinos viajaron realmente más deprisa que la luz?
—Entonces, la Naturaleza nos habría ganado la partida, porque nos daríamos cuenta de repente de que hasta ahora no habíamos entendido nada. Habría que comenzar todo de nuevo, derribar el edificio y empezar a construir otro de inmediato.
—¿Cuál es para usted el mayor descubrimiento aún no realizado en Física?
—Esa es una buena pregunta. No sé bien qué decir, pero si tuviera que elegir diría que sería el poder explicar con detalle la rotura de la simetría electrodébil. Al principio de los tiempos, poco después del Big Bang, el Universo era simétrico y perfecto. Era un Universo muy caliente, pero a medida que se fue enfriando esa simetría original se fue rompiendo. Sabemos que el bosón de Higgs, si es que existe, forma parte de esa historia y encierra muchas respuestas. El gran acelerador LHC trabaja, entre otras cosas, para responder a esa pregunta fundamental. Porque gracias a esa rotura de la simetría original el Universo es tal y como lo observamos, y por eso podemos existir en él.
—¿Cree que la Ciencia atraviesa un buen momento?
—Estoy convencido de ello. En los últimos años se han realizado descubrimientos sorprendentes, como por ejemplo que el Universo no solo se está expandiendo, sino que lo hace cada vez más rápido. Al mismo tiempo, los astrónomos han descubierto otro tipo de materia, uno que no figura en ninguno de nuestros catálogos. Y resulta que la inmensa mayor parte de la materia que hay en el Universo no aparece en nuestras listas, y no tenemos ni idea de lo que es... Por eso, ahora se ha unido el estudio de lo muy grande con lo muy pequeño. La Cosmología y la Física de partículas trabajan en escalas muy diferentes, pero buscan exactamente las mismas respuestas. Ese es el momento que atravesamos. ¿Cree que podría haber uno mejor?

Fuente: http://www.abc.es/20111218/ciencia/abci-tanto-boson-higgs-aparece-201112171925.html

El objeto más antiguo de la Tierra desvela la auténtica edad del Sistema Solar


Un meteorito hallado en el desierto de Marruecos apunta que el conjunto planetario es hasta 2 millones de años más viejo de lo que se estimaba.

Una pequeña roca puede cambiar lo que sabemos sobre el sistema planetario al que pertenece la Tierra. Según una investigación realizada por un grupo de científicos del Centro para el Estudio de los Meteoritos de la Universidad de Arizona (EE.UU.), realizada a partir del análisis de los restos de un meteorito descubierto en el desierto del Sahara en 2004, el Sistema Solar puede ser hasta dos millones de años más antiguo de lo que se estimaba hasta ahora y tener nada menos de 4.568 millones de años. A ojos de cualquiera, parece tan sólo una cifra vacía o una simple curiosidad -¿qué más da que el Sistema Solar sea dos millones de años más o menos viejo dentro de la inmensidad del Universo?-, pero el ajuste más mínimo resulta de gran valor para los astrónomos que estudian la formación de los planetas. El estudio ha sido publicado en la revista Nature Geoscience.
 
El meteorito, que pesa 1,49 kilos, fue encontrado por los franceses Carine Bidaut y Bruno Fectay en el Sahara hace seis años. Denominado NWA 1950 y del tipo de rocas espaciales más raras (una peridotita magmática), los científicos le atribuyeron una procedencia marciana y confiaron en que su análisis podría servir para comprender mejor la actividad volcánica del Planeta rojo. Sin embargo, su utilidad ha ido mucho más allá.
La roca contiene uno de los materiales más sólidos formados después del nacimiento del Sol y es rico en calcio y aluminio, lo que supone un buen baremo para calcular la edad de nuestro sistema. Un análisis de sus principales isótopos sugiere que el mineral se formó hace 4.568 millones de años, convirtiendo el meteorito en uno de los objetos más antiguos jamás descubiertos y, por añadidura, envejeciendo la edad del Sistema Solar. El conjunto planetario en el que se encuentra la Tierra parece ser ahora entre 300.000 y 1,9 miles de millones de años más antiguo de lo que se creía.
 
Fuente:  http://www.abc.es/20100823/ciencia/objeto-antiguo-tierra-desvela-201008231250.html

El núcleo de la Tierra gira mucho más despacio de lo que se creía

Se mueve a distinta velocidad que el resto del planeta, lo que tiene importantes implicaciones en nuestro campo magnético

El mundo se mueve a dos velocidades, y no solo en cuestiones económicas. Una nueva investigación de la Universidad de Cambridge confirma que el núcleo de la Tierra, situado a unos 5.000 kilómetros bajo la superficie, gira mucho más lentamente de lo que se creía. Su rotación sigue siendo más rápida que la del resto del planeta, algo que los científicos ya suponían, pero no tanto como se esperaba. El descubrimiento, que aparece publicado en la revista Nature Geoscience, arroja luz sobre las entrañas de nuestro planeta y sobre cómo éstas influyen en los campos magnéticos que nos protegen, por ejemplo, de la radiación solar.
El estudio proporciona la primera estimación exacta de cuánto más rápido gira el núcleo de la Tierra en comparación con el resto del planeta. Investigaciones previas habían demostrado que el corazón del planeta tiene su propio ritmo. Hasta ahora, se creía que esta variación era de un grado cada año. Sin embargo, los científicos de la Universidad de Cambridge han descubierto que esas estimaciones anteriores eran inexactas y que el núcleo realmente está moviéndose mucho más lentamente de lo que se creía, aproximadamente un grado cada millón de años.
El núcleo interno de la Tierra, una esfera central formada principalmente por hierro y níquel y que tiene un diámetro mayor que el planeta Marte, crece muy lentamente a medida que el material fluido del núcleo externo -la capa terrestre inmediatamente superior- se solidifica en su superficie. Durante este proceso, la diferencia en la velocidad hemisférica este-oeste de este proceso queda congelada en la estructura del núcleo interno.

Ondas sísmicas

Para la investigación, los científicos utilizan ondas sísmicas que atravesaron el núcleo interno -5.200 kilómetros bajo la superficie de la Tierra- y compararon su tiempo de viaje con el de las ondas reflejadas en la superficie del núcleo. Posteriormente, observaron las diferencias en la rotación de los hemisferios este y oeste.
Aunque el núcleo interno está tan alejado de nuestros pies, el efecto de su presencia es especialmente importante en la superficie de la Tierra. En particular, el calor producido durante la solidificación y el crecimiento del núcleo interno tiene un papel fundamental. Estos flujos de calor generan los campos magnéticos, que protegen a la superficie terrestre de la radiación solar. Sin ellos, la vida en la Tierra no podría existir. 

Fuente: http://www.abc.es/20110221/ciencia/abci-nucleo-tierra-gira-mucho-201102211241.html

 

lunes, 19 de diciembre de 2011

Kepler confirma la existencia del primer planeta en la zona habitable de una estrella como el Sol

Este diagrama compara nuestro sistema solar con el sistema Kepler-22, un sistema de estrellas que contiene el primer planeta descubierto por la misión Kepler de la NASA en una "zona habitable". Dicha zona habitable es definida como un punto especial alrededor de una estrella, donde las temperaturas son perfectas para que exista el agua en estado líquido. Para que haya vida en la Tierra, es esencial el agua en estado líquido.


Diciembre 5, 2011: La misión Kepler, de la NASA, ha confirmado la existencia del primer planeta dentro de la "zona habitable" de una estrella distante similar al Sol.
El recién confirmado planeta, denominado Kepler-22b, tiene cerca de 2,4 veces el radio de la Tierra. Los científicos desconocen aún si la composición de Kepler-22b es predominantemente rocosa, gaseosa o líquida, pero su descubrimiento es un paso adelante en la búsqueda de planetas similares a la Tierra.
La llamada "zona habitable" de un sistema planetario se refiere a la banda de órbitas donde podría existir agua líquida sobre la superficie de un planeta. Recientemente, Kepler ha descubierto más de 1.000 nuevos candidatos a ser considerados planeta. Diez de estos candidatos tienen un tamaño similar al de la Tierra y poseen una órbita dentro la zona habitable de su estrella anfitriona. Se requieren más observaciones para verificar que estos candidatos sean realmente planetas.
"Esto representa un verdadero avance en la búsqueda del gemelo de la Tierra", dijo Douglas Hudgins, quien es un investigador del programa Kepler, en las oficinas centrales de la NASA, ubicadas en Washington.
Kepler-22b está localizado a una distancia de 600 años luz. Aunque el planeta es más grande que la Tierra, su órbita, de 290 días alrededor de una estrella parecida al Sol, se asemeja a la de nuestro planeta. La estrella anfitriona de Kepler-22b pertenece a la misma clase que nuestro Sol (es una estrella de tipo G), a pesar de que es algo más pequeña y más fría.
La nave espacial Kepler facilita el descubrimiento de planetas y de candidatos a ser considerados planetas mediante la medición de la disminución de la luminosidad de más de 150.000 estrellas con el fin de buscar planetas que las cruzan o "transitan". Para verificar que la señal detectada proviene de un planeta, Kepler requiere, al menos, tres tránsitos.
"La fortuna nos sonrió con la detección de este planeta", dijo William Borucki, quien es el investigador principal de Kepler en el Centro de Investigaciones Ames, de la NASA, ubicado en Moffett Field, California. Borucki fue quien dirigió el equipo de científicos que realizó el descubrimiento de Kepler-22b. "El primer tránsito fue captado a solo tres días de que declaramos a la nave espacial lista para operar. Durante la temporada de las fiestas, en el año 2010, fuimos testigos del tercer tránsito, que resultó determinante".
El equipo de científicos de la misión Kepler utiliza telescopios en la Tierra, así como también el Telescopio Espacial Spitzer, con el fin de revisar aquellas observaciones obtenidas por la nave espacial sobre los candidatos a ser considerados planetas. El campo estelar que observa Kepler en las constelaciones Cygnus (el Cisne) y Lyra (Lira) solamente puede verse desde observatorios en tierra, durante la primavera hasta principios del otoño. Los datos del resto de las observaciones ayudan a determinar cuáles son los candidatos que pueden ser considerados planetas.
De los 54 candidatos a ser considerados como planetas, ubicados en las zonas habitables durante el mes de febrero de 2011, Kepler-22b es el primero en ser confirmado. Este descubrimiento clave será publicado en la revista científica The Astrophysical Journal.

El equipo de investigadores de Kepler llevará a cabo su conferencia inaugural de ciencia, en el Centro de Investigaciones Ames, del 5 al 9 de diciembre, durante la cual anunciará el descubrimiento de 1.094 nuevos candidatos a ser considerados planetas. Desde la publicación de su catálogo más reciente, en el mes de febrero, la cantidad de candidatos a planetas identificados por Kepler ha aumentado un 89 por ciento y ahora asciende a un total de 2.326 candidatos. De estos, 207 tienen un tamaño aproximado al de la Tierra, 680 son de tamaño "super-Tierra", 1.181 tienen el tamaño del planeta Neptuno, 203 son del tamaño de Júpiter y 55 son más grandes que Júpiter.
Los descubrimientos, basados en observaciones realizadas desde el mes de mayo de 2009 hasta septiembre de 2010, muestran un aumento muy significativo de la cantidad de candidatos a planetas de menor tamaño. La cantidad de candidatos del tamaño de la Tierra y de tamaño "super-Tierra" se ha incrementado más del 200 y del 140 por ciento, respectivamente, desde febrero. Los nuevos datos sugieren que aquellos planetas cuyo tamaño sea de 1 a 4 veces el tamaño de la Tierra podrían ser abundantes en la galaxia.
Hasta el momento, existen 48 candidatos a ser considerados planetas en la zona habitable de su respectiva estrella. A pesar de que ello representa una disminución en la cifra de 54 candidatos que fue informada en el mes de febrero, el equipo de Kepler ha implementado en su nuevo catálogo una definición más estricta de lo que constituye una zona habitable para explicar el efecto del calentamiento ocasionado por las atmósferas, lo cual podría alejar a la zona de su estrella, moviéndola hacia períodos orbitales más prolongados.
"El impresionante aumento en la cantidad de candidatos a planetas que poseen el tamaño de la Tierra nos indica que nos estamos acercando a los planetas que la nave espacial Kepler debía detectar: o sea, los que no son solamente del tamaño de la Tierra, sino que también son potencialmente habitables", dijo Natalie Batalha, quien es la directora adjunta del equipo de investigación de la misión Kepler, en la Universidad del Estado de San José, en San José, California. 

Créditos y Contactos
Autor: Dr. Tony Phillips
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Iris Mónica Vargas
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Sol Gil


Fuente: http://ciencia.nasa.gov/ciencias-especiales/05dec_firstplanet/

Creadas vacunas contra el cáncer de seno, cólon y estómago en el hospital Vargas de Caracas




Con una sonrisa afable y una tranquilidad envidiable en medio del bullicio caraqueño, se encuentra el Dr. Jacinto Convit, rodeado de premios y placas de reconocimientos bien válidos, uno de los más grandes científicos que ha dado Venezuela, se mantiene a cargo de la dirección del Instituto Nacional de Biomedicina del Hospital Vargas, a sus 92 años atiende bien dispuesto a sus pacientes cada tres veces por semana. Este insigne médico venezolano, con más de 72 años de ejercicio explica que nunca tuvo interés alguno de trabajar en el lado privado de la medicina, cuenta con 51 años de labor ininterrumpida en el Hospital Vargas y 35 años en la conducción del Instituto de Biomedicina.
Genio nacido el 11 de septiembre de 1913 en la parroquia La Pastora, mejor conocida por el descenso de hermosas mariposas amarillas procedentes de las faldas del Ávila.
Hijo de inmigrante catalán y de madre venezolana de origen canario, inició sus estudios en el Liceo Caracas.
Cursó el bachillerato en el Liceo Andrés Bello, alumno destacado del gran maestro Rómulo Gallegos en la cátedra de Filosofía y Matemáticas, sin duda la emoción destila en la límpida mirada de sus ojos azules, al rememorar su juventud el reconocido académico expresó: “Qué buenos recuerdos, un profesor ejemplar de talante visionario”.
En 1932 ingresó a la escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo el título de Doctor en Ciencia Médicas en 1938.
Una invitación le cambiaría la vida y demarcaría su destino en el año 1937, el doctor Martín Vegas conocido pionero en los estudios sobre la lepra dio a conocer a Convit, la vieja casona de Cabo Blanco en el estado Vargas, la cual albergaba a cientos de pacientes afectados por lacería o lepra.
En aquel tiempo esta enfermedad era el causal del prejuicio más arraigado dentro de la sociedad, a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por autoridades policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit, quien ante tal maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los enfermos.
La compasión y el querer por los pacientes no tuvieron límites en Jacinto Convit, quien unió esfuerzos junto a seis médicos venezolanos y dos italianos, para encontrar la cura a esta enfermedad.
Luego de varias investigaciones con el único remedio empleado en estos pacientes, el aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de Sulfota y Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo que conllevó el cierre de las conocidas leproserías donde los enfermos eran encerrados y vejados en su condición humana.
En el año 1988, los grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación al Premio Nobel de Medicina, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra, la cual resultó de la combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacterium leprae. Un año antes de esta nominación, Convit recibió un premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
AVANCES CERCANOS
En una entrevista para este rotativo (Diario 2001), Jacinto Convit nos cuenta, con la sencillez propia del galeno de antaño, “hemos desarrollado a través de terapias de inmunología la vacuna contra el cáncer de seno, de cólon y de estómago”.
Acompañado de una gran sonrisa, el invaluable científico venezolano, lanzó este enunciado sin ton ni son, en este sentido agregó que “el precio es enorme para combatir estas enfermedades, las terapias de quimioterapia son sumamente costosas para los pacientes, la quimio puede costar cerca de 3.000 dólares, la vacuna que venimos desarrollando en inmunoterapia del Vargas es gratuita”.
El investigador comentó que tal vacuna está compuesta por células mutantes del paciente, las cuales poseen varios tipos de células y no una sola, “la mutación es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar un gramo de células cancerígenas que tan sólo tienen si acaso el costo de 5 dólares, el paciente desarrolla una mejoría en su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen las células cancerígenas”, reiteró.
Sin embargo, no todo queda allí, el especialista en enfermedades parasitarias, indicó que ha obtenido grandes resultados en los pacientes a quienes se les ha suministrado esta vacuna, en mención especial a las afectadas con cáncer de seno, que a juicio de esta eminencia “son las que asisten a nuestro recinto, con una inmensa fe y en gran cantidad”.
Por lo que sostiene, “como esta vacuna no hay ninguna, en el país no es frecuente la producción de vacunas, somos más bien quienes las recibimos de otros países”.
Emocionado y con una lucidez increíble afirmó que “desde el Hospital Vargas queremos contribuir en la vida de los pacientes, queremos impartir tratamientos, no buscamos dinero de nadie, sólo llamamos a los enfermos para que asistan a este instituto”.
El talante de este genio y las ganas de hacer el bien al prójimo siguen intactas a pesar del paso de los años, aluden a un médico comprometido y un legado de vida sin distinción, “uno trabaja para la gente que sufre, que no tiene dinero no hay nada más precioso que ver que la enfermedad se cura, el médico no debe enriquecerse con esta carrera, venimos a salvar vidas, esa es la paga más invaluable del mundo”, concluyó el hijo consentido que ha dado la parroquia La Pastora. 

Fuente: http://informe21.com/